Tres venezolanos cuentan lo que pasan día a día en esta pequeña ciudad, luego del video viral en el que se ve a miembros del Tren de Aragua entrando en un complejo de apartamentos. Reciben mensajes de vecinos, sufren situaciones incómodas en supermercados y sienten diariamente que los habitantes les miran con miedo.
Aurora, la pequeña ciudad estadounidense que colinda con Denver, Colorado, nuevamente es noticia en este país y en el mundo, pero no por su gente, su historia y cultural, sino por el discurso de la campaña presidencial que lamentablemente está llegando a unos niveles atemorizantes para sus nuevos habitantes: Los migrantes venezolanos.
“No nos sentimos seguros”, dijo Jerson al Colorado Sun, un migrante que tuvo que dejar de vender comida venezolana desde su apartamento luego de recibir amenazas de los vecinos. Esto ocurrio luego que viera como las fotografías de sus carteles para ofrecer platos, colocados en su ventana, salieran en medios de comunicación locales y en redes .
«Banda venezolana abrió restaurant en la ventana exterior de su apartamento», fue uno de los titulares que mostró Jerson a los periodistas, lo que lo obligó a dejar de vender y dedicarse a otra cosa para conseguir el dinero.
Este mensaje fue enviado al celular de Jerson una vez se hizo viral la fotografía se su ventana:
Traducción: «(Censurado) animales, espero que sepan que los veteranos de Colorado están construyendo una milicia con más poder de fuego del que jamás podrían imaginar. Ahora son virales en todas las redes sociales. Así es como obtuvimos su número. Todos los que odian a los ilegales saben dónde viven. «(Censurado) animales.
-Animales
–No solo yo. He visto publicaciones con su apartamento en Facebook y Twitter. Estén listos para los estadounidenses %&»#$.»
–Tren de (Censurado)
–(Censurado) Animales
Jerson sin saberlo era vinculado al Tren de Aragua, por el solo hecho de vivir en uno de los complejos de apartamentos que hace dos meses fue noticia por un video viral de unos hombres armados entrando a uno de los inmuebles.
«“Cada día las personas vienen aquí para grabar con su teléfono como si fuera un zoológico o algo. Te sientes expuesto”, dijo.
Ahora Jerson arma muebles para ayudar a reunir los $1,200 de alquiler mensual para el apartamento que comparte con su tío y dos primos.
Él ha buscado más trabajo pero ahora los posibles empleadores lo han rechazado cuando se enteran que es venezolano.
El discurso de la campaña electoral ha sido letal para los migrantes en Aurora
Ese video que dio la vuelta al mundo ha puesto a la migración venezolana en Estados Unidos en el ojo del huracán. Noticieros, redes sociales y otros medios hablan casi a diario de los venezolanos cuando tocan el tema del Tren de Aragua, ,uy similar a lo que se había sido detectado en países como Perú, Chile y Ecuador durante la primera ola migratoria masiva venezolana.
«Por uno pagan todos. Y en el imaginario colectivo estigmatizar a toda una nacionalidad con lo que hacen unos pocos, es lo más sencillo para muchos», dice la Psicóloga Mariam Robles, quien también fue una migrante en Perú.
Lo sucedido en Aurora ha sido aprovechado por la candidatura republicana encabezada por el expresidente Donald Trump. A tal punto, que llegó a organizar un mitin en la ciudad el pasado viernes.
Hace una semanas el calificó a Aurora como una «Zona de Guerra» por supuestamente estar invadida por pandillas venezolanas que intentan apoderarse de la ciudad. Tal discurso llegó a tantas personas en Estados Unidos, que el mismo el alcalde republicano de Aurora, Mike Coffman, tuvo que desmentirlo. Intentó suavizar lo dicho por el candidato para no perjudicar mucho más la reputación de la metrópoli.
“La visita del expresidente Trump a Aurora es una oportunidad para mostrarle a él y a la nación que Aurora es una ciudad considerablemente segura, no una ciudad invadida por pandillas venezolanas”, dijo Coffman en un comunicado.
Pero lo hecho, hecho está, esas palabras sobre Aurora han sido escuchadas por millones de personas y ahora la ciudad no había tomado tanta relevancia desde 2012, año del tiroteo dentro de un cine en la premier de Batman el Caballero de la Noche. Allí murieron 12 personas y 70 resultados heridas.
La inmigración ilegal y la delicuencia es un tema que ha ayudado mucho a Trump en su campaña, de hecho tomó en cuenta a Aurora, antes que la gran y moderna ciudad de Denver, para hacer un mitin.
En el lugar del evento las fotos de miembros del tren de Aragua fueron colocados durante todo el escenario y alrededores
Los estudiantes venezolanos también sufren
El sistema escolar de Aurora ha tenido que hacer cambios para recibir y dar atención a más de 3.000 nuevos estudiantes, en su mayoría procedentes de Venezuela y Colombia.
Alisson Ramírez, de 13 años, es una de ellas. Asiste a la escuela secundaria y ha tenido que adaptarse a la cultura y al sistema de enseñanza estadounidense.
Al comenzar el séptimo grado en su primera escuela , y enfrentarse a clases impartidas completamente en inglés, ella ya estaba preparada para el rechazo y meses de sentirse perdida.
“Tenía miedo de que la gente me preguntara cosas y no supiera cómo responder”, dice la adolescente venezolana . “Y me daba vergüenza responder en español ”.
Pero, esos cambios hechos en Aurora, se tratan de acoger a los estudiantes migrantes y darle material en ambos idiomas. No solo eso, los profesores apoyan en ofrecer instrucciones en español.
¿La razón? Los maestros de algunas escuelas tienen hasta 10 estudiantes recién llegados, o un tercio de la nómina de sus clases.
Este tipo de apoyo no se lo esperaba Alison. “Eso me hizo sentir mejor”, dice
El caso de su madre es distinto, María Ángel Torres, de 43 años. Ella reconoce que los vecinos le tienen mucho miedo a ella y a su familia.
Cuenta una anécdota en el Supermercado, cuando en una visita rutinaria estaba haciendo fila cuando se acercó demasiado a la joven que tenía delante. La mujer, una adolescente que hablaba español con acento estadounidense, le dijo a Torres que mantuviera la distancia.
“Fue humillante”, comenta Torres.
Su hija no escapó tampoco, de acuerdo con un reportaje de The Independent en el cual tomó declaraciones de Allison, algunos estudiantes angloparlantes y bilingües la han acosado. Unas semanas después de que comenzaran las clases, un grupo de chicos intentó impedirle que se sentara en su asiento en clase. La llamaron fea y le dijeron que regresara a su país.
La escuela alertó de una amenaza de bomba y así respondieron la madre e hija venezolana
A mediados de septiembre, la madre de Alisson recibió un mensaje dentro del entorno escolar que alertaba de rumores de amenazas de bomba en las instituciones. Ella no estaba muy clara al leerlo y pensaba que se trataba de una campaña luego de lo dicho por Trump sobre Aurora y los comentarios falsos sobre los haitianos que comen mascotas en Springfield, Ohio.
Posteriormente la escuela de Allison desmintió los rumores. Ella se sorprende y la preocupación se mantiene. Primero porque sabe lo que sucede si Allison falta un día de clase a la escuela sin una buena justificación y segundo por el temor de todo lo que se informa y comentan fuera de Estados Unidos sobre lo que sucede en escuelas.
Ella no comprendía como unos niños pueden convertirse en un objetivo, incluso siendo un rumor.
“Eso no pasa en mi país”, dice Torres.
«La economía y la democracia de Venezuela pueden estar en ruinas, pero a nadie allí se le ocurriría amenazar a los niños en la escuela», sentencia.
